El 3 de junio de 1920, Rutherford dio una conferencia ante la Royal Society de Londres, divagó un rato y luego sugirió que en el átomo debería haber una nueva partícula, que se agregaría al protón y el electrón ya existentes: el neutrón. Entre los asistentes a la conferencia estaba James Chadwick un joven físico que trabajaba con Rutherford desde antes de la guerra, y que se dedicó a cazarla. El fin de semana del 13 y 14 de febrero de 1932, creyó haber alcanzado su meta. El miércoles 17 de febrero de 1932 envió a la revista Nature un informe con el título: "Sobre la posible existencia del neutrón". Finalmente, lo había encontrado. En 1935, recibía el premio Nobel de física.
En el fondo de la noche
todo el barrio se estremece
cuando en Lo oscuro se mece
la sombra de algún neutrón
Paisaje de uranio turbio
chapaleado por las chatas
que al son de cien serenatas
perfumó mi corazón.
Partículas alfa y beta
volando en el callejón
al rumorear la bordona
cuando la alcanza un neutrón
Y al recordar en la noche
núcleos que el tiempo llevó
van surgiendo del olvido
torrentes de radiación.
1 comentarios:
Buen poema.
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