miércoles, 2 de septiembre de 2009

Arbeit macht frei

Hace setenta años - 1º de septiembre de 1939 - comenzaba la Segunda Guerra Mundial que duraría hasta mayo de 1945 con la rendición de Alemania. Si bien este poema se refiere a la rendición (fue escrito cuando se cumplieron sesenta años de ella), no está del todo mal publicarlo ahora, cuando se cumplen setenta años de su inicio.

Por Leonardo Moledo

Hace sólo sesenta años
Treblinka
el enorme imperio nazi
Untermenschen
que los dioses paganos bendijeron
Mauthausen
se hundía en el fuego y el espanto

Sobibor

no se ha borrado el último tatuaje

Belzec
no se ha gastado todavía
Auschwitz
la última pastilla de jabón, no ha salido
Kristallnacht
el último vaho del gas xenón, ni se ha cerrado
Ravensbruck
la última ducha, no ha salido
Buchenwald
el último vaho de zyklon
Dieburg
no se ha depositado sobre el suelo
Gross-Rosen
la última partícula negra de ceniza
Lebensraum
que salió de las altas chimeneas

Börgermoor

Los huesos siguen ahí
Esterwegen
los cuerpos siguen ahí, todavía
Flossenburg
los trenes siguen recorriendo
Sachsenburg
la densa noche de las víctimas

Theresienstadt

Nada terminó, y es bueno que sepas
Vivara, Kangasjarvi
que si ves a Goering, a Himmler, a Hitler, a Mengele
Aurigny
que si un día te cruzás con ellos por la calle
Dachau
o los ves en una plaza descansando
Koveri
y viviendo la vejez de los justos

Breendonck

y te miran
Jüdenrät
están calculando cuándo será su nuevo turno

Neuengamme
y que vos podés ser su ansiada presa.

7 comentarios:

Carlos dijo...

Conmovedor el poema, Leonardo. No te conocía esa faceta. Pero "nada de lo humano me es ajeno", se dijo.

leonardo dijo...

bueno, para mí es una faceta importante..... muchas gracias....

santino dijo...

Evidencia en contra de Adorno: sí puede hacerse poesía despues del Holocausto. Felicitaciones!

Por otra parte, te molesto por lo siguiente: estudio economía y quería pedirte recomendación de alguna lectura acerca de teoría del caos (o, bueno, lo que se conoce bajo ese nombre).

leonardo dijo...

Bueno, ahora sólo se me ocurre el libro clásico de Lorenz: la esencia del caos (Debate)
Pero ojo en general con la teoría del caos.... no necesariamente es serio lo que se dice...

Carlos dijo...

El poema se me quedó pegado, y ya lo compartí. Uno de sus méritos quasi geniales, diría, es la intercalación de palabras clave en alemán. Aunque se sabe que ciertas cosas que se "explican" a veces pierden su encanto, sugeriría una breve nota al pie con la traducción de los términos alemanes.

el oso dijo...

Buenísimo, Leonardo, los fantasmas del horror siguen en penumbras acechando al menor descuido.

Abrazo

Unknown dijo...

Fuerte. Cruel, como la realidad de la guerra. Y leerlo fue sentir el pesar de romper con el límite de no leerlo más. Menos mal que el Pachelbel (que empezó a sonar!) suaviza la emoción. Gracias,Leonardo.