jueves, 9 de septiembre de 2010

Municipios científicos y técnicos


¡Ay!, esta vez el jinete tuvo problemas. O mejor dicho, no él, sino su caballo, al que no querían dejar entrar a la Cámara de Diputados, donde debía coordinar la mesa que abajo se reproduce. Al final, debió dejarlo en un hipotético palenque sobre la calle Rivadavia.

“Los municipios no sólo deben ocuparse de la recolección de residuos. En los niveles locales tenemos que participar de la gestión de la innovación, de cara a la gente, a la producción con valor agregado y a la solución de los problemas sociales. La ciencia y la tecnología sirven si le cambian la vida a la gente. Tenemos que orientar los recursos públicos hacia prioridades, relacionando la actividad de investigación con las necesidades, problemas y oportunidades de la sociedad”, dijo la intendenta de Luján, Graciela Rosso, al cierre de la jornada “Ciencia, Tecnología y Desarrollo Local”, desarrollada la semana pasada en la Cámara de Diputados, en el marco del Día de la Industria, con el objetivo de analizar aportes concretos de la ciencia y la tecnología a la agenda social de la Argentina.

El encuentro fue convocado por la diputada nacional jujeña María Eugenia Bernal y contó con la participación del secretario general del Consejo Federal de Ciencia y Tecnología (CoFeCyT), Hugo De Vido, y el decano de la Facultad de Matemática, Astronomía y Física de la Universidad Nacional de Córdoba (Famaf UNC), Daniel Barraco.

Graciela Rosso, quien fue viceministra de Salud nacional, impulsa un modelo de desarrollo tecnológico innovador y concreto: en breve la ciudad que vio nacer y explorar al primer científico argentino, Florentino Ameghino, inaugurará dos parques tecnológicos, uno agroalimentario y otro de software. Rosso dijo: “Necesitamos profundizar el modelo inclusivo, social, productivista, y en esto el conocimiento en ciencia y tecnología cumple un rol fundamental. Tenemos que fomentar las vocaciones por las carreras científicas y fortalecer la transferencia del conocimiento a la sociedad. En nuestro polo tecnológico queremos que las firmas desarrollen actividades I+d (Innovación y desarrollo), apoyada por la Universidad Nacional de Luján y que generen trabajo calificado. Buscamos que el conocimiento generado supere el marco de las universidades, organismos e institutos de investigación para integrarlo a los procesos productivos en el territorio”.

Rosso presentó el parque industrial mixto con una superficie de 38 mil metros cuadrados que se está instalando en Luján, en el cual “el 20 por ciento de las empresas serán empresas de innovación. Estimulando la asociatividad, que las pymes se junten con cámaras, sectores, y puedan tener servicios comunes”.

A su turno, Hugo De Vido destacó el objetivo de desarrollar capacidades en las 23 provincias y la inversión realizada por el gobierno nacional en el área de ciencia y técnica. La gestión del CoFeCyT ha permitido que todos los gobiernos provinciales cuenten con áreas específicas de ciencia y tecnología. Su tarea apunta a fortalecer la investigación local en áreas prioritarias dentro de programas de desarrollo provincial. Y articularla con la producción, para tener una producción con mayor valor agregado de tipo tecnológico.

Dijo De Vido: “A partir de la presidencia de Néstor Kirchner comenzamos a darles soluciones concretas a problemas socioproductivos locales que no eran tenidos en cuenta desde el sector científico-tecnológico. En estos temas la inversión era igual a cero. A partir del 2003 se invirtieron casi 100 millones de pesos en proyectos de innovación productiva con impacto social en municipios de todo el país” y destacó: “Más allá de lo presupuestario, lo importante es la consolidación de políticas públicas federales en ciencia que tienen que ver con un proyecto de país, con la ejecución de más de 750 proyectos”.

La suya es la difícil tarea de revertir la tendencia histórica a que la ciudad y la provincia de Buenos Aires concentren y hegemonicen, por ser las regiones con mayor capacidad y productividad, más del 60 por ciento de los subsidios nacionales destinados a proyectos de investigación científica.

El fortalecimiento de la cadena de valor de la quinua en Jujuy y la asociación de productores locales de Neuquén para el desarrollo de una cosechadora de fruta fina son algunos de los proyectos financiados por el CofeCyT.

A propósito, la diputada María Eugenia Bernal destacó: “La ciencia y la tecnología pueden usarse orientados a la justicia social. La provincia de Jujuy ha recuperado tiempo perdido durante las últimas décadas, incorporando fuertes innovaciones y valor agregado en los procesos productivos de la zona andina, por ejemplo en los cultivos. Esto se da en un contexto en el que el país recupera una mirada federal, local, estrechamente integrada a Latinoamérica y sus desafíos de inclusión social. La riqueza de las naciones y de las empresas depende, cada vez más, de su capacidad de crear y utilizar conocimiento”.

Por su parte, Daniel Barraco presentó los resultados en gestión universitaria en la tradicional casa de estudios cordobesa, tales como la creación de empresas de base tecnológica formadas por los propios investigadores. “Estamos trabajando para involucrar más empresas en los procesos innovativos. Y para fomentar el emprendedorismo de los propios investigadores. Industrias como, por ejemplo, la de software son claves para la producción de bienes y servicios con valor agregado, por eso articulamos con ellos para capacitar recursos humanos preparados”, dijo, reconociendo que Famaf está priorizando las aplicaciones tecnológicas sin desatender las investigaciones en ciencias básicas.

“Resulta crítico estimular las vocaciones científicas: en el área de las ciencias duras o tecnológicas, a comienzos de 1970, de cada 100 estudiantes que entraban a la universidad, 30 iban a nuestras áreas, actualmente sólo 10”, detalló el decano Barraco.

La provincia de Córdoba se ha caracterizado en los últimos años por los fuertes resultados de las políticas públicas en ciencia y tecnología, que rigen desde el Ministerio de Ciencia provincial, sobre la base, claro, de una tradición científica y académica de varias décadas.

A la reunión asistieron legisladores, funcionarios, investigadores, quienes analizaron aportes concretos de los organismos científicos en el desarrollo del país. Estuvieron presentes el presidente de la Agencia Nacional de Promoción Científica, Armando Bertranou; los diputados nacionales Graciela Giannettasio, Adriana Puiggrós, presidentas de las comisiones de Ciencia y Tecnología y Educación, respectivamente, y Juan Carlos Díaz Roig, entre otros.



* En la foto, de izquierda a derecha, Hugo De Vido, María Eugenia Bernal, Graciela Rosso, Daniel Barraco y el jinete hipotético.

Informe: Ignacio Jawtuschenko.

2 comentarios:

SIL dijo...

Los proyectos no se discuten excepto en su cuestiones técnicas o en su metodología o viabilidad para llevarlos a cabo ,y éso escapa a esta lectora.

Las buenas intenciones son irrefutables, y en virtud de éso, los proyectos que plantea esta entrada NO SE DISCUTEN.

La incógnita que se siembra en todo caso, es del dicho al hecho, cuánto medirá el trecho, y si el jinete hipotético podría surcarlo o saldría corriendo espantado por tanto ¨haré¨y ningún ¨hago¨.

Un abrazo

Silvina

k dijo...

La política de incentivo a la ciencia que viene manteniendo el gobierno actual es una de las más interesantes... ¿Cuáles son los problemas éticos que se desprenden de todas estas implementaciones productivas? Imagino que no deben dejar de lado estas discusiones.

Saludos,

Cristian